ROMEO ENCADENADO

ROMEO ENCADENADO


En Verona, de encanto novelesco,
se ignora la pasión tan disoluta
que hay entre un Capuleto y un Montesco
parientes de familias en disputa.

Sedienta, seductora, inesperada,
Julieta en la penumbra se desploma:
-¡Subo  ya a tu balcón mi dulce amada!-
-“¿Romeo dónde estás?, no estoy de broma!,

-Ámame con delirio trepidante,
es oscuro y bestial nuestro secreto,
quiero sentir la furia calcinante
de tu órgano travieso por completo.

No pienses que no quiero, no Julieta,
se me atoró el escroto en la bragueta.


Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Soy ( silva arromanzada )

Soy ( silva arromanzada )
.

Soy ese rayo etéreo, disfrazado,
sumido en la penumbra de algún cielo,
un goce primitivo,
los girasoles nuevos
que retoñan preñados
de la fiel inclemencia del deseo.

Soy la mano extendida y el arrullo,
la piel del huracán, soy ese credo
que despierta las cosas invencibles
en un mundo imperfecto.
Una orquídea bañada de rocío,
soy la madre del tiempo,
la sed empecinada de belleza,
sus ancestrales miedos,
esa mujer al filo de la angustia
que se adueña del cáliz de su sexo.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Ya besando unas manos cristalinas ( Silva )

Ya besando unas manos cristalinas ( Silva )
:

¡Oh, sueño de aventura!, revelado
a merced de sus formas tan divinas,
de un halo de su boca, su bocado;
quiso mi anhelo,
ya besando unas manos cristalinas,
en góndolas de amor llegar al cielo.
Eclipse de ilusión,
tu verbo es un amante prisionero,
vital sangre que acude al corazón
y al influjo de amar llega primero.
Gentil idolatría
me impulsa el esplendor de tu quimera,
secreta fantasía
a tu encuentro profano me pronuncio,
tu piel es el anuncio
del Adonis que vuelve en primavera.
Mi humedecida rosa
al céfiro de tu alma ya se inclina,
como una blanca diosa
que entrega tallo, flor, hoja y espina.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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* Referencia Luis de Góngora

EL PAVO ( Fábula)

EL PAVO ( Fábula)
.

Las cenas navideñas
vienen con sus resabios,
todas las viandas listas
y en el corral el pavo,
no hay duda que alguien debe
del cuello ir a jalarlo
más es tarea muy ardua,
amén de gran trabajo.
Se le ha pagado a un “tapis”
para que haga el agravio
y dice que es más fácil
dándole a tomar guaro;
una botella pide
y se encierra en un cuarto,
más una se hace poca
y ya pidió otro tanto.
Del pavo y el verdugo
no se sabe hace rato,
ya las tías inquietas
han salido a buscarlos,
resulta que los hallan
(y esto ya es cuento largo)
tomándose unas copas
sonriendo y abrazados.
Los fieros enemigos,
entre vino y tabaco,
han decidido entre ellos
guardar un bello pacto.
¡El pavo no se toca!,
y aquí se rompe el trato,
que busquen otro pollo,
carne de chancho o pato.

Nunca se sabe, nunca,
por dónde brinca un sapo,
ni cuántos nos traicionan
en este mundo ingrato.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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OVILLEJOS.

OVILLEJOS.
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I

Me dejó un suave temblor
su amor,
mientras el labio se muerde
me pierde,
se aleja porque es así,
de mí.

Vuelvo al placer que sentí
cuando mis manos le rozan
y ya mis ojos lo esbozan:
su amor me pierde de mí.

II

Este rumor de arboleda
se hospeda
y arde en la trémula calma,
tu alma
que embriaga de amanecer
mi ser.

Surge en mi piel de mujer
ese murmullo sedoso
y con candor tembloroso…
se hospeda tu alma en mi ser.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Celajes de plomo ( soneto dodecasílabo )

Celajes de plomo ( soneto dodecasílabo )
.

Celajes de plomo besan las estrellas,
el mar a la roca hiere en sus zarpazos,
se extiende a mi orilla con sus recios brazos
y así, entre corales, mueren mis querellas.

Celajes de plomo, caracolas, huellas,
!tomad mis silencios, marinos regazos!,
que a su eco invencible se anuden mis lazos
y el alma sea un verso de oleaje y centellas.

Armiño salobre, altares de espuma,
quiero, en arrecifes, ojos luminosos
y ahogarme en el hado más gélido y bruno;

que en su sacro abismo mi fe se consuma
y, en pétreas pupilas, galopen airosos
los níveos corceles del fiero Neptuno.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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LA BREVEDAD DE LA ROSA

 
LA BREVEDAD DE LA ROSA
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Etérea ensoñación, flor ambiciosa,
el pétalo sidéreo y encarnado
perfuma con estímulo abreviado
tu augusta evocación de ser hermosa.

Estatua en floración, altiva rosa,
desairas a la luz desde el cercado,
es tu nívea estación altar nevado
que el céfiro invisible besar osa.

Las nubes soñolientas, tersas, mudas,
contemplan con astucia casi humana
la levedad hostil que te sujeta.

Y, en el vergel aciago de tus dudas,
al sol que te saluda en la mañana
tu pena exhibirás, mustia y discreta.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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POLARIDADES

POLARIDADES
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Querer morir y no anhelar morirse,
dejarse toda el alma en esa pena,
llorar con llanto cruel la fiel condena
de ver pasar el tiempo, consumirse.

En la pasión rotunda, descubrirse,
beber de esa emoción la gracia plena,
a la noche robar su luna llena
para en duelo de cuerpos, abatirse.

Entre polos se nutre la existencia,
creer o no creer, dilema eterno;
fluye la luz en medio de la bruma.

Y cuando ya la piel se vuelva ausencia,
estar presos del cielo o del infierno
y tener sed de mar y sed de espuma.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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* Referencia Lope de Vega

INOCENCIA ( Soneto Francés )

INOCENCIA ( Soneto Francés )
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No vuelve la inocencia que madura
ni la tersa ilusión que emprende el vuelo,
como ave que estrenó su trino al cielo,
solo por una vez el alma es pura.

Es pájaro de súbita hermosura
la luz del corazón, el blanco anhelo,
se nos va yendo el niño en el desvelo
del mundo y su despótica locura.

En un lienzo despierto, sigue alado
un sueño que soñar, ilusionado
por el pintor de eterna fantasía.

Entre las manos níveas, ya se anuda
una paloma dócil que saluda
en pulcra y fraternal monocromía.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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NIEVE (Soneto isabelino)

NIEVE (Soneto isabelino)
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Tiene el aspecto etéreo de las diosas,
la nítida caricia de su albura,
se silencian los nidos y las cosas
tras su cristal esencia de agua pura.

¡Oh, nieve que retornas exultante!,
cuantos pudieron divisar tu ruego
sobre los techos tristes un instante,
a tu invernal azur, volvieron luego.

Tan blanca es la pureza donde encierras
el espíritu lúdico del mundo
que las torpes codicias y las guerras
lucen adormecidas un segundo.

Lleva el orbe una blanca cabellera
mientras la luna observa prisionera.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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EN BELEN

EN BELEN

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En tierras de Belén, la noche aquella,
con su rostro de luz y piel de armiño,
la pureza de Dios, nacido niño,
descendía del brillo de una estrella.

Un lucero de eterno resplandor
hace un pacto de gloria cuyos lazos
a la virgen María, entre sus brazos,
le han dejado al infante redentor.

La sagrada visión saluda al mundo,
del humilde pesebre sin renombre,
se revela una clara profecía,

el anuncio del ángel fue rotundo,
yace la salvación de todo hombre
acunada en el pecho de María.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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LA PIEDAD ( MIGUEL ÁNGEL)

LA PIEDAD ( MIGUEL ÁNGEL)
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El aliento se pierde en la mirada
y un halo impenetrable de pureza,
desde la madre Virgen, con tristeza
troca en dolor la piedra inmaculada.

Es de mármol la escena cincelada,
el trazo que ejecuta con presteza
sus formas le confiere la belleza
de una postal etérea, consagrada.

Emblemática lira, cristianismo
fecundo y la emoción en libertad
de un artista con prístino realismo.

El misterio supremo y la verdad
reposan con egregio magnetismo
en la sacra impresión de “La Piedad”.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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VENUS ( SANDRO BOTICELLI )

VENUS ( SANDRO BOTICELLI )
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Las algas florecen en un mar de anhelo,
un soplo de encanto despierta a la flor,
es Venus que emerge desde el resplandor,
de espuma y jazmines se enreda su pelo.

Júpiter la observa bajo el tibio cielo,
la náyade esbelta saluda al verdor,
al lirio sorprende su sensual candor
y emigran las ninfas con tímido celo.

Tiene la belleza de quien nace reina,
un lírico trazo revela el misterio
del níveo bautismo de luna y de sal.

¡Oh, céfiro inmóvil!, sus rizos despeina,
desnuda se anuncia la luz de su imperio
y el lienzo la exhibe con su halo inmortal.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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"Los fusilamientos del 3 de mayo" ( Francisco de Goya )

"Los fusilamientos del 3 de mayo" ( Francisco de Goya )
.
La noche se bifurca al grito de: "¡traición!",
se oscurece de espanto, de inhóspita agonía,
esa flema permeable de augusta sedición
deja en el lienzo un rastro de duelo y de empatía.

El orbe se detiene por la mortal visión:
los hombres en las sombras, las sombras en la hombría,
se doblega al soldado con sangre y corazón,
es de la patria el brazo y su fiera osadía.

El arte no se olvida de quien fue fusilado,
las fosas invisibles, el horror lacerante;
es una herida abierta mirar hacia el pasado

desde la mano etérea de un pintor deslumbrante.
Hay un lamento al borde del ojo alucinado
y hay una España eterna con su paso triunfante.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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El Pensador de Rodin ( Soneto Blanco)

El Pensador de Rodin ( Soneto Blanco)
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Detrás de la silueta impenetrable,
retorna la mirada del poeta,
la magia imprescindible del artista
es lo que vuelve eterno al “Pensador”.

Frente a las puertas mismas del infierno,
se dibuja de Dante la figura
simbólica, conspicua y ancestral
que se enfrenta al misterio de la muerte.

Es humana creación, casi tributo,
de la fuerza vital un espejismo,
del espectral augurio, la muralla.

Frente a las fauces negras de las sombras,
el músculo de bronce yace inmóvil
y un rastro de silencio se diluye.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Sacrílegos rosales ( estrofa lira )

Sacrílegos rosales ( estrofa lira )
.
¡Dadme un alma de acero!,
¡oh, Zeus implacable, rey adusto!,
ya la muerte prefiero
que olvidar ese gusto
por su candor vital, tierno y robusto.

¡Oh, ley de lo insondable!,
¿por qué lo hiciste objeto de pecado?,
locura interminable,
delirio insospechado,
los crótalos fatales de mi hado.

Mi voluntad oscila
entre el febril dolor de enamorada
y mi pasión tranquila;
aunque no diga nada,
busco el manzano en flor de su mirada.

¡Sacrílegos rosales!,
reniego de su espina pintoresca,
de sus formas carnales,
de su insidiosa yesca,
mas muero por besar su boca fresca.

La luna celestina
precipita su encanto de farolas,
y la aurora ambarina
despierta las corolas
donde mi fiel deseo espera a solas.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Niños jugando a los dados ( Pintura de Murillo)

Niños jugando a los dados ( Pintura de Murillo)
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Cuan dulce es la niñez inmaculada
bajo ese miserable resplandor,
esos ojos descalzos, su mirada,
cobran vida en los trazos del pintor.

Esa exigua ilusión desvencijada
revive entre las manos con vigor,
cualquier rincón oscuro es la encantada
puerta al jardín de sueños del dolor.

La esperanza se mueve entre los dados
cual juego de la vida, es un espejo
que apuesta a los anhelos pero pierde.

Tan solo están allí con sus rasgados
atuendos del olvido y pan añejo,
hasta que un alma noble los recuerde.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Desde tu vuelo ( Coplas Manriqueñas)

Desde tu vuelo ( Coplas Manriqueñas)
.
Era blanca como un ave.
Frente al sepulcro mi llanto
se consume.
De aquel plumaje tan suave
solo me quedó su canto,
su perfume.

En secas horas de angustia
busco el efluvio sedoso
de su fuente.
Corre la vida tan mustia
como un caudal impetuoso,
e indolente.

Se ha liberado en un vuelo
desde un fulgor tremebundo,
triste y fuerte;
el tiempo ha corrido el velo
con el lenguaje rotundo
de la muerte.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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EL NIÑO JUGANDO CON BARCO (Óleo de Joaquín Sorolla, 1909)

EL NIÑO JUGANDO CON BARCO (Óleo de Joaquín Sorolla, 1909)
..
Un barco peregrino busca el mar,
sus velas, impacientes de aventura,
reflejan a la cálida figura
de un capitán pequeño y singular.

Desde el sueño de añil, el desafío
zarpa del corazón del tripulante,
frente al azul sinuoso y rutilante,
como un blanco pendón, viaja el navío.

Las olas caprichosas estremecen,
a quien ose besar su nívea espuma,
con su rostro salobre y marinero.

Mientras las dulces horas languidecen,
en el paisaje etéreo que se esfuma,
una ilusión se aleja en un velero.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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VERDE QUE TE QUIERO VERDE ( Octavas italianas )

VERDE QUE TE QUIERO VERDE ( Octavas italianas )
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Silvestre es el color de mi esperanza
bañado por tus gotas de rocío,
verde trino y alado escalofrío
es el sutil embrujo de tu amor.
En mi púber pradera el verde intenso,
como virgen tendida hacia el ocaso,
se enciende de fulgor tras de tu paso
y hay un dorado encanto en cada flor.

En la aurora vital el verde avanza,
herbal es su lozano desvarío,
calostro de la luz al sembradío
que ha desnudado el sol con esplendor.
Y entre tu piel un lírico suspenso
ya despierta a mis labios sin retraso,
nuestras piernas se enredan con escaso
recato que se funde en el verdor.

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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La mujer del Alcalde (TETRÁSTROFO MONORRIMO)

La mujer del Alcalde (TETRÁSTROFO MONORRIMO)
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Era dama discreta, sedosa damisela,
la esposa distinguida del Alcalde Rajuela,
la moza se ha encendido y su marido cela
los placeres ocultos que en su expresión revela.

La historia nos señala que dinero y pasión
se juntan muchas veces para fraguar traición;
con pena inexistente, con mórbida emoción,
la casquivana infame le creyó al corazón.

¡Qué augusto testimonio!, ¡qué horrible alevosía!,
tratar de huir con otro, ¡que inmensa cobardía!,
el marido doliente ( que ya lo suponía)
se dispone a matarlos…con mala puntería.

Está presto al ataque, con ira a borbotones,
en la premura olvida socarse los cordones,
corre tras los amantes, mas cae a tropezones,
y en la terrible hazaña rompe sus pantalones.

El morbo enajenado no tiene disimulo,
lo tildan de tarado, de estúpido y de chulo,
el voto a su respeto se ha declarado nulo,
para colmo de males…hoy se ha pelado el cul…

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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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Al amor que se esfuma (TETRÁSTROFO MONORRIMO)

Al amor que se esfuma (TETRÁSTROFO MONORRIMO)
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Era nube preclara, era pájaro en celo,
despertar de la aurora por los labios del vuelo,
era nido habitado en mi cálido anhelo;
nube y vuelo de pájaro, labio y nido del cielo.

Al amor que se esfuma le abre espacio el abismo,
el murmullo del viento hoy no parece el mismo,
al borde de mis labios hay un pétreo hermetismo,
dos rosas apagadas con su letal mutismo.

Quisiera huir de todo, andar lo desandado,
volver quizá a tus brazos, al beso prolongado;
pero seguimos juntos aunque ya te has marchado,
y me quedo contigo, aunque no esté a tu lado.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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