viernes, 24 de julio de 2015

LIBERTAD





LIBERTAD  ( décima )


¡Libertad!, ¡oh, Libertad!,
cuàntas guerras lideradas,
cuàntas venas desangradas
por tu búsqueda y verdad.

Solo hay sombras y oquedad
si tu pasión es vencida
en un mundo fraticida
que oprime a hierro y cadena;
la mano que te condena
es una mano homicida.

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
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lunes, 20 de julio de 2015

4 SONETOS EN ARTE MAYOR





4 SONETOS EN ARTE MAYOR


Soy Amor ( Soneto I Enfático )


Soy de la humanidad la luz silente,
mística devoción sin arrogancia,
moda que permutó a lo trascendente,
ruego para vencer la infiel distancia.

Soy, en la soledad, benevolente,
ángel que distribuye la abundancia,
sol de los corazones de la gente;
soy de la plenitud la fiel fragancia.

Verbo rotundamente definido,
fiel a la claridad que resucita
todo lo verdadero y lo profundo.

Cáliz que dignifica lo vivido,
río de plenitud, bondad que habita
siempre en las oquedades de este mundo.



La Llama (Soneto II Sáfico )


Sobre la punta del alfil albino,
baila mi suerte de imperiosa llama,
una implosión de muerte la reclama
y la despierta en su mortal camino.

Quiero volar y entretener mi trino
con la ironía de la luz que inflama
la caprichosa y distendida rama
sobre las huellas del halcón cetrino.

El mundo sabe que morí en reveses
al tropezar con la ilusión oculta
frente a aquel dardo de furiosa hombría.

Mas fue mi fe la que creció con creces,
de mi linaje la pasión exulta
frente al desgarro: “¡Venga ya, utopía!”.




¿Por qué? ( Soneto III Heroico )

Por siempre cabe el sol en el celaje,
el viento incluso empuja los veleros,
en tanto el orbe mueve su paisaje
y llueven sobre el mar los aguaceros.

Y si un turpial se pinta de plumaje,
dormido entre los cerros prisioneros,
¿por qué no he de vivir en mi lenguaje
afín a sus confines plañideros?

He sido proyección de resplandores,
el rostro en las raíces de una fuente,
que anduvo entre poetas, trovadores.

Aquel que comprendió en su despedida
la augusta sensación de estar ausente
del vano simulacro de la vida.



Soneto a la Renuncia (Soneto IV Melódico)


Renunciar al sermón de las esporas,
al poema preciso y apropiado;
renunciar al espectro del pasado
y al grillete del sol de las auroras.

Cual espíritu gris entre las horas,
el carmín en el pétalo imantado
me estremece de esencia liberado,
y me engulle con ansias vengadoras.

Ilusión de la sórdida neblina
que se pierde en su fuerza desbocada
por la duda voraz de mi tormento.

Y, en la asfixia mortal y sibilina,
esa luna invencible y desgarrada
es el verbo vital de mi alimento.



Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
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FURTIVA MARIPOSA






FURTIVA MARIPOSA


Furtiva mariposa, sedienta de rosales,
que saludaste al sol y a las espinas leves,
en tu ligero vuelo, seduces y conmueves
al céfiro embrujado de hojas primaverales.

Es la fronda del tiempo augurio de tus males,
la misma que te observa donde a soñar te atreves;
sobre tus rosas frescas, descansarán las nieves
con su albura infranqueable de gélidos cristales.

Para la chispa sacra de tus alas de ensueño
ya no tendrá el almendro su tez multicolor
ni irá el turpial en celo a otear la serranía.

Pues el celeste encanto de tu vital empeño
habrá olvidado al tallo, al pistilo y la flor
bajo el mortal invierno de tu melancolía.



Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
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Estigma




Estigma



Las horas distribuyen panfletos homicidas.
La duda proverbial
emigra a la vieja escuela del silencio
y hace un pacto de sangre con los miedos.
El bostezo de la suerte en mi regazo
despide nauseabundo
a las córneas proscritas de mi alma.

¿Qué ufana maldición cruza a mi orilla?
Esta dicha vencida
me acicala de preguntas,
rompe los huesos de mi infortunio,
como vestal de terciopelo
abraza la mansedumbre de mi estigma.

Soy bocado de la bruma,
una flor miope, desnuda,
sembrada en las cenizas,
mordiendo su raíz de penitente,
en cenotafio fortuito
tras la erupción implacable de la muerte.



Mardy Mesén R.

San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
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DESGARRO





DESGARRO


Una sequía responde
al llamado del alma,
germina en la oquedad
de mi presencia.
El verso desfallece abriéndose paso
en el solsticio del recuerdo.

Soledad,
déjame tu sosiego
como una perla gris
en la palma de mi mano.

Aguardame en la fosa disoluta
donde el latido olvida su lenguaje
y se desgarra el luto de las horas.

Un bosque ya se anuda a mi garganta,
me abruma su existencia imponderable,
extiende por mi cuerpo su follaje....
y ahora soy de ausencias y de ramas.



Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
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