DUDAD

DUDAD


¡Dudad, dudad!, y amad la duda misma,
que del criterio inmóvil despereza
cuando el incordio añejo del sofisma
vuela con su imperial naturaleza.

Que te abrace el bullicio de la duda,
de la duda que alumbra el pensamiento,
pensamiento que a la verdad saluda,
saluda y desafía en su argumento.

La certeza es que todo es relativo
en el caleidoscopio de opiniones,
buscar la claridad y lo objetivo
es la cuestión mayor de las cuestiones.

No deje de crecer la humanidad…,
en la noria del ser, ¡dudad, dudad!

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica
Derechos Reservados
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ESTÁ LLOVIENDO, PADRE

ESTÁ LLOVIENDO, PADRE


Abre el surco ya, padre, que la celeste albura
de una lira encantada se esconde en los trigales;
quiero asirme a tus hombros y, en su fraterna altura,
ver otra vez los verdes prados primaverales.

Quiero escuchar mi nombre en voz de tu ternura
mientras las aves vuelan sobre los guayabales;
un cálido espejismo se ha vuelto tu figura
brotando entre las sombras de los nuevos rosales.

Está lloviendo, padre, en tu triste montaña
y los yiguirros trinan en mi plomizo pecho,
mi corazón se inclina sobre esta tierra huraña
donde una vez tus manos sembraban el barbecho.

Un pájaro ha anidado en el jardín sombrío,
mientras mis ojos, padre…, se inundan de rocío.

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica
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ES TUYA LA FRAGANCIA QUE HAY EN MAYO

ES TUYA LA FRAGANCIA QUE HAY EN MAYO


Es tuya la fragancia que hay en mayo,
y tuyos son la luna y su reflejo;
cuando, en la transparencia de la hora,
se acuna el corazón entre recuerdos.
Te he mandado mensajes en la bruma
que a mi alféizar besara en su desvelo;
he sentido tus labios por las noches
acariciar la sombra de mi cuello,
y he vuelto a aquella nota que dejaste
con delirio febril, con hondo miedo…,
solo para estrechar algo que estuvo
entre tus manos firmes un momento.
No te diré jamás cuánto me heriste
con la daga letal de tu desprecio,
ni cuánta soledad dejó tu espalda
en la sábana hostil de mi silencio.
Solo diré que mayo ha perfumado
este duelo de ti con nuevo incienso,
que un éxodo de pájaros y nubes
me ha vuelto a recordar cuánto te quiero…

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica
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TU RISA ( Díptico)

TU RISA  ( Liras )


La risa que yo intuyo,
que Dios forjó en su excelsa fantasía,
es divino murmullo,
cascada de armonía
que nace entre tus labios cada día.

A su remanso fluyo,
¡cuánta belleza orlando su alegría!,
el esplendor es suyo,
la oscuridad es mía
si escapa de mi fiel idolatría.

En su halo me inmiscuyo,
es ilusión fugaz que ablandaría
cualquier ufano orgullo;
tu risa es la ambrosía
que eternamente mi alma besaría.



TU RISA (2) ( Soneto )


Esa risa que ansiosamente intuyo,
que Dios forjó en su excelsa fantasía,
es cual divino y cálido murmullo,
es cascada sedosa de armonía.

Me abismo a su remanso mientras fluyo,
¡cuánta belleza orlando su alegría!,
ese esplendor que irradia y es tan suyo
le ha restado la sombra al alma mía.

Indiscreta en su halo me inmiscuyo;
en su ilusión fugaz se ablandaría
mi humana resistencia, el vano orgullo,
sumidos en la más dulce ambrosía.

La risa que en tus labios suele estar
eternamente sueño con besar.

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica
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DE VERANOS Y DE INVIERNOS…

DE VERANOS Y DE INVIERNOS…


Salta el sol tras la ventana
y los lirios resplandecen,
guarias moradas se mecen
aunque el calor las desgana.
Se ha cerrado la persiana
a los vientos celestinos
y arden los secos caminos
con un bochorno exultante,
solo el buey muge galante
por los cerros campesinos.

Sueña la lluvia temprana
y la joven golondrina,
porque el cielo se ilumina
con la inclemencia lozana.
Es tan fría la mañana
que quema con su glacial
y triste aliento invernal
a los gorriones primeros,
y los pálidos senderos
son un nevado vitral.

Salta el sol tras la ventana,
sueña la lluvia temprana.


Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica
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