Música y paisaje ( Romance Heroico)
Quiero verter la luz en pentagramas
y anegar este campo en sus bondades,
que se eleven sonoras inquietudes
por el erial, los montes y los valles;
que la húmeda pupila de los ríos
oiga el trino vital de los turpiales,
y en la simiente en flor un quieto insecto
le murmure al tucuico, al cedro, al nance.
Yo quiero que haya un canto peregrino
con el eco de fondo de los cauces,
un himno que deshoje las veredas
con sus bronces destellos otoñales,
que resuene en la fronda y en la sierra
el sublime aleteo de las tardes,
y la flauta del viento en la pradera
traiga su verso añil de soledades.
En el murmullo tenue de los nidos,
cual orquesta feliz en el ramaje,
un céfiro contempla la cadencia
del nuevo despertar de los torcaces;
las copas de los árboles preguntan,
al limpio manantial que va distante:
¿qué música se oculta en el efluvio
que arrulla a las espigas y al paisaje?
Y en el fiel diapasón de la carreta,
bajo la sombra fresca de los sauces,
no se extingue la ruta del sonido
ni la lira celeste de los aires.
Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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