Umbrales
Mi norte es un compendio añil
las nubes se asoman tras los caireles de luz;
mis manos escuchan,
tocan mis ojos
las innumerables colinas humanas
que llevan por ríos mis arterias.
La fuente
es un efluvio roto de cristales,
las buganvilias en flor
sonríen entre góndolas de brisa a los canarios.
Los muertos doblan las campanas
con sus rostros de calle,
la misma que viste la luna
en un embudo de niebla
desde mis párpados tristes.
Traigo a mi noche
agua y voz en lontananza,
el verso trunco del espíritu,
el despertar de la sangre
como un gorrión fugitivo
que cruza el cielo de ausencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario