Por Mardy Mesén Rodríguez (Notas) el viernes, 12 de octubre de 2012 a la(s) 8:34
Romance de Cafetales
En la esquina suroeste
por las sendas del aroma
el café va a la molienda
entre Los Santos y Dota.
El negro intenso del tinto
gotas de miel en las lomas
tazas humeantes en vilo
y un barista el tango entona.
Un repique de hojas verdes
sofre la fronda, la tarde
mesa de azúcar que espera
el tamal y el chocolate.
La voz de todas las horas
en cielo de gamonales
los delantales de albura
como campanas al aire.
Y ya llegado el momento
no hay ningún té para nadie
la calle huele a dulzura
a piel, a mocca, a paisaje.
Entre las tibias veredas
un ruiseñor canta al valle
la tierra del campesino
le ofrenda el grano al celaje.
Y entre los viejos caminos
como pasión de mortales
en un danzar de carretas
cortejo de cafetales.
Mardy Mesén R.
Derechos Reservados.
Romance de Cafetales
En la esquina suroeste
por las sendas del aroma
el café va a la molienda
entre Los Santos y Dota.
El negro intenso del tinto
gotas de miel en las lomas
tazas humeantes en vilo
y un barista el tango entona.
Un repique de hojas verdes
sofre la fronda, la tarde
mesa de azúcar que espera
el tamal y el chocolate.
La voz de todas las horas
en cielo de gamonales
los delantales de albura
como campanas al aire.
Y ya llegado el momento
no hay ningún té para nadie
la calle huele a dulzura
a piel, a mocca, a paisaje.
Entre las tibias veredas
un ruiseñor canta al valle
la tierra del campesino
le ofrenda el grano al celaje.
Y entre los viejos caminos
como pasión de mortales
en un danzar de carretas
cortejo de cafetales.
Mardy Mesén R.
Derechos Reservados.
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