Muerte
Hay una fuente desnuda
tibia, serena, brillante,
donde un influjo constante
en alma y pieles se anuda.
Lleva la vida semblante.
Y en el quehacer de las horas
el tiempo escribe, se aleja,
nuestra mirada perpleja
es tierra y lumen de esporas
mientras la vida nos deja.
Mueren los hombres al mundo,
cambian las formas el modo,
para al final del recodo
exhalar en un segundo
aquel origen de lodo.
en alma y pieles se anuda.
Lleva la vida semblante.
Y en el quehacer de las horas
el tiempo escribe, se aleja,
nuestra mirada perpleja
es tierra y lumen de esporas
mientras la vida nos deja.
Mueren los hombres al mundo,
cambian las formas el modo,
para al final del recodo
exhalar en un segundo
aquel origen de lodo.
Mardy Mesén R.
Derechos Reservados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario