lunes, 23 de junio de 2014
Pasión poética ( Díptico )
VERSIÓN ALEJANDRINO SILVESTRE:
Pasión poética ( Reto de Elhi Delsue )
Muda es la serenata que habita en los abismos,
silente es el cansancio que duerme en la mirada,
los pájaros despiertan matices en sus vuelos,
cae una rosa triste del viento perseguida
y encuentra en el poeta su voz y su atalaya.
Desquicio de falanges sobre el papel en blanco,
vibrato encadenado al ámbar de la idea,
ruedan por quietos riscos extraños arabescos
con ilusión de incendio hacia el destino ignoto,
y la vestal del tiempo se despliega en la cumbre
esbelta del Parnaso tras los versos de seda.
Es ella, imaginaria, dúctil, escurridiza,
como gaviota en vuelo por los renglones castos,
la diosa enmascarada que despertó el deseo,
la lira que da savia al cuerpo y a la espiga,
recoge de mis dunas mirra, ceniza y caña,
galopa y se columpia en el humilde numen
cual cisne insospechado por un jardín de nardos.
Se derramó mi musa sobre la arena estéril,
deshojó mis pasiones con amoroso credo,
y fue en horas lozanas canción y luz de luna,
la quilla de mis sueños en el umbral del mundo
y en la postrera hora fue el fuego de mi invierno.
Hoy vago en esa estela de preciosos cantares,
ha sido mi quimera, mi amor y mi latido,
el único algoritmo que un rayo desolado
plantó en el mustio pecho con esplendor robusto.
Busco la fiel caricia de su emoción primera,
y en la tibia nostalgia, espléndida poesía,
toda belleza oculta ante tu luz flamea.
Pasión poética ( Alejandrinos asonantes )
Muda es la serenata que habita en los abismos,
silente es el cansancio que duerme en la mirada,
cae una rosa triste del viento perseguida
y encuentra en el poeta su voz y su atalaya.
Desquicio de falanges sobre el papel en blanco,
vibrato encadenado al ámbar de la idea,
es la vestal del tiempo que ha llegado a la cumbre
esbelta del Parnaso tras los versos de seda.
Es ella, imaginaria, dúctil, escurridiza,
como gaviota en vuelo por los renglones castos,
la diosa enmascarada que despertó el deseo
cual cisne insospechado en mi jardín de nardos.
Se derramó mi musa sobre la arena estéril,
deshojó mis pasiones con amoroso credo,
y fue en horas lozanas canción y luz de luna,
y en la postrera hora fue el fuego de mi invierno.
Ha sido mi quimera, mi amor y mi latido,
la quilla de mis sueños en el umbral del mundo,
el único algoritmo que un rayo desolado
planto en el mustio pecho con esplendor robusto.
Hoy vago en esa estela de preciosos cantares
buscando la caricia de su emoción primera,
y en la tibia nostalgia, espléndida poesía,
toda belleza oculta ante tu luz flamea.
Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
•Copyright ©
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario