lunes, 23 de junio de 2014

El abismo ( décimas calderonianas )






El abismo ( décimas calderonianas )

Saltó una noche al abismo
como un canalla execrable,
era su muerte implacable
como un feroz cataclismo.
Hubo un vital hermetismo,
sus órganos colapsaron,
yerto en el suelo encontraron
un bulto de alcohol y drogas
-¡Ya con el Diablo dialogas!-
dijeron y lo enterraron.


En el infierno profundo
a Hitler vio, alucinado,
sangre tenía por bocado
y excremento nauseabundo.
Ahora el averno es su mundo,
escucha en tropel sonoro
gritos horrendos en coro
de asesinos, violadores,
y de infelices traidores
que son caldo de inodoro.


En esta grotesca escena
llevan sus pies alfileres
mientras horrendos deberes
son sacrificio y condena.
Oye una voz que le ordena,
¿es Luzbel quién lo reclama?
un espejismo lo llama,
de miedo se paraliza,
su madre lo tranquiliza:
-¡Aún estás en la cama!-
.

Mardy Mesén R.
Derechos Reservados.
San José, Costa Rica.



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