DEVOLUCIONES

DEVOLUCIONES



Cuántos recuerdos y devoluciones
habremos de asumir en nuestras vidas,
cuántas penas, milagros, decepciones,
quizá no cicatricen las heridas.
Pasar de días cortos a estaciones
sin hallar más atajos o salidas
que la humilde presencia de un abrazo
donde la sangre ungió su tibio lazo.

Habremos de marchar, desfile mudo,
entre la fluorescencia de la hermana,
que le dio luz al sol con su saludo
y despertó al amor una mañana.
Tendremos al abuelo que no pudo
viajar a aquel país, y habrá una nana
que una madre nos cante dulce y suave,
que hará nido en el alma como un ave.

Tensar la humana cuerda sin consuelo
en el preludio errático del todo,
cada misión de amor, en su desvelo,
nos forjará cual hierro de algún modo;
el hogar es la dádiva del cielo,
pero también el polvo se hace lodo.
Somos brasas fundidas a una hoguera
que un viento añil dispersa a su manera.

Ascender al dolor de nuestra alianza
sintiendo un duelo intenso y fatigado,
ver morir a los que amas en la danza
del tiempo, y esperar lo inesperado;
reír cuando retorna la esperanza
o acurrucar al crío que ha llegado.
Como una araña que al tejer su hilo
cubriese al corazón que le da asilo.



Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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