VERBO MUJER (serventesios alejandrinos)
Si Dios fuera mujer, con su gracia infinita,
no tendría el cordero su infame sacrificio,
ni el aullido del lobo, en la noche proscrita,
con sus fauces de odio, nuestro mortal suplicio.
El manso y el mendigo romperían su pena,
igual que la saeta su rostro de agonía,
y el pan multiplicado como granos de arena
sería sin dudarlo el pan de cada día.
Los ojos de la guerra serían mansedumbre,
el cauce de los ríos, un lienzo cristalino,
las llamas de las calles tan solo blanca lumbre
y el eco de los vientos un augurio divino.
¿Por qué- entonces pregunto- el código agorero
no bautizó la Tierra de esencia femenina?,
¿no era su alma de luna nuestro mejor lucero
en la infectada noche de angustia sibilina?
Mas guíeme el misterio al altar de su arrullo,
y sálveme su acervo de todo ignoto abismo,
que su ternura eterna y ese cáliz tan suyo
nos salve del rotundo triunfo del egoísmo.
Si Dios fuera mujer, ósculo de bondad,
la muerte fuera un juego, un sueño de la mente,
nuestra fe sembraría surcos de eternidad
porque una madre reza, llora, protege…..siente!
Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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