GLOSAS A MIGUEL HERNÁNDEZ

GLOSAS A MIGUEL HERNÁNDEZ
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Glosa a Miguel Hernàndez.
"EL NIÑO YUNTERO"
( estrofa 11)
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"Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina"
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GLOSA
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No escucha el mundo el lamento
tras ver su sombra rendida,
en su inocencia oprimida,
me duele este niño hambriento.
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Es la miseria cansina
quien le ha rasgado sus sueños
sobre sus hombros pequeños
como una grandiosa espina.
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Lento en sus pasos, tan lento
como el duelo que es su noria,
¿quièn podrà cambiar su historia
y su vivir ceniciento?
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Hoy su dolor se aglutina
a mi aterida conciencia,
y su afligida apariencia
revuelve mi alma de encina.


SEGUNDA GLOSA A MIGUEL HERNÀNDEZ
"EL NIÑO YUNTERO"
( estrofa 7)
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"Trabaja y mientras trabaja
masculinamente serio
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio".
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GLOSA
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Es como un lirio en el fango
que le cubre por mortaja,
para èl no hay premio ni rango.
Trabaja y mientras trabaja
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araña el sol su ternura,
da a su dolor cautiverio;
llora su piel con mesura,
masculinamente serio.
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Càntaro roto es su techo
y el frío acecha y ultraja,
lleva sus brazos al pecho,
se unge de lluvia y se alhaja
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de su inocencia impoluta
que es un sagrado misterio,
y en cada ronda se enluta
de carne de cementerio.
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Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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