sábado, 1 de noviembre de 2014

Aquella tarde ( Sextina Provenzal )


Aquella tarde ( Sextina Provenzal )
.

Eran paraje idílico tus manos,
dos palomas en vuelo tras mi sombra
con su lenguaje trémulo y de sueño.
Un ave migratoria era la tarde,
en la purpúrea estela de la vida,
que nos dejó su luz cimera y breve.

La flecha de tus labios, rauda y breve,
inclinada a la forma de mis manos,
me besó hasta arrancarme de la vida;
bajo tu inquieta piel sentí mi sombra
mimetizar al plomo de esa tarde
desde un verano etéreo como un sueño.

El himno del crepúsculo fue un sueño
y nuestra floración dorada y breve
como los lampos quietos de la tarde.
La ofrenda de tu amor trenzó mis manos
en ese instante prófugo de sombra
y un arpón de ilusión se ató a mi vida.

Dos fatigadas almas y la vida,
en el lívido encaje de ese sueño,
besaban al unísono la sombra
de su esplendor febril desnudo y breve;
igual que se desliza entre las manos
el agua, se perdió también la tarde.

Languidece, de octubre, ya la tarde,
y esperando a la vuelta está la vida,
hoy mis manos estrechan otras manos
y aquel púber placer duerme en un sueño.
El sol en blondo brillo es casi breve
y mis pasos declinan tras su sombra.

No hay un olvido aún para tu sombra
en la piel del recuerdo y de la tarde,
mientras cierro los ojos siento el breve
placer que estremeció mi alma y mi vida.
Pudiera ser tan solo el dulce sueño
que hoy se escapó del tiempo hasta mis manos.

Con mis manos estrecho aquella sombra
cuando vuelve del sueño hasta la tarde
y a mi vida se enlaza dulce y breve.
.

Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
•Copyright ©

No hay comentarios:

Publicar un comentario