LA BELLEZA DE TU MIRADA
Perlada ensoñación, luna briosa y perlada,
lluvia de luz, calor; dos fúlgidos diamantes;
llamas, aladas llamas…, eso ve mi mirada
cuando abraza tus ojos de cejas insinuantes.
En su prisión agreste, me encuentro deslumbrada,
porque igual espejismo jamás he visto antes.
¡Qué negros embelesos de oscura marejada,
oh, soberano efebo de párpados fragantes!
Tus ojos sin corona, tus ojos sin realeza,
más brillantes que el alba, más raudos que el azor,
son infinitamente mi más grande riqueza,
el sol que me despierta con su abisal color.
Quien ha visto tus ojos ha visto la belleza,
ha visto el inefable retrato del amor.
Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
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