EL NIÑO JUGANDO CON BARCO (Óleo de Joaquín Sorolla, 1909)
..
Un barco peregrino busca el mar,
sus velas, impacientes de aventura,
reflejan a la cálida figura
de un capitán pequeño y singular.
Desde el sueño de añil, el desafío
zarpa del corazón del tripulante,
frente al azul sinuoso y rutilante,
como un blanco pendón, viaja el navío.
Las olas caprichosas estremecen,
a quien ose besar su nívea espuma,
con su rostro salobre y marinero.
Mientras las dulces horas languidecen,
en el paisaje etéreo que se esfuma,
una ilusión se aleja en un velero.
.
Mardy Mesén R.
San José, Costa Rica.
Derechos Reservados
•Copyright ©
zarpa del corazón del tripulante,
frente al azul sinuoso y rutilante,
como un blanco pendón, viaja el navío.
Las olas caprichosas estremecen,
a quien ose besar su nívea espuma,
con su rostro salobre y marinero.
Mientras las dulces horas languidecen,
en el paisaje etéreo que se esfuma,
una ilusión se aleja en un velero.
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Mardy Mesén R.
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