viernes, 27 de diciembre de 2013
Hijo mío
Hijo mío
Desde mi cuerpo
en la casa de mi juventud,
escuché tintinear la campana de tu voz.
Por las recónditas orillas
de mis venas
te adiviné ternura,
te velé con suspenso,
esperando enlazar a mi vida
tu mano diminuta.
Y mi sangre
mecía tus latidos,
hijo del alba
y de la herida,
corona de mis pétalos
y espinas.
Arrullándome de ti
olvidé mis sombras,
su brisa fúnebre,
olvidé el cansancio de la niebla
para ser mudanza de amor,
hoja de felpa,
gruta del diamante encarnado
que espera por el pecho
y por la tierra.
Hijo de la hoguera y del ímpetu,
del océano dormido en mi murmullo,
con el azul de mi savia,
con el calostro del ámbar,
con el grito de mi vientre,
te bendigo.
Mardy Mesén R.
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