martes, 8 de abril de 2014

A Griselda




A Griselda mi gata en su partida


El mundo que persigues se ha acabado,
tus saltos no me esperan en la puerta
ni puede entrar el sol por la ventana
que pintaba de luz tu alma de felpa.

El frío es tan amargo como el viento,
no queda espacio en mí para tu ausencia,
me encuentro a tientas, sola entre la casa,
buscando el haz de luz de tu silueta.

Despierto en la pupila del recuerdo
a la tersa caricia de tu huella,
al beso de nariz de las mañanas
y a tu fuerza vital de gata inquieta.

Despierto para ver si ya volviste
solo para aferrarme a la tristeza
de verte reposar entre los juncos
bajo la sombra inerte de la hierba.

¿A dónde llevarás todos tus juegos
y el brillo que persiguen tus piruetas?
¿A dónde llevaré mi sed de encuentro
con esa lumbre gris de tu existencia?

Solo quiero decir que me hallo sola,
con el luto de ti por toda pena,
que el último estertor de tu partida
ahogó la tinta rota de mis venas.

Con lobreguez profunda ya he regado
los terrones resecos que te encierran.
Siempre ángeles de piel han perfumado
los rincones más tiernos de mi esencia.


Mardy Mesén R.
Derechos Reservados
San José, Marzo 26, 2014.

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